Por favor, venga por aquí.
Un ingenioso jubilado se hartó de las obras de carretera que provocaban atascos entre Bath y Bristol y construyó en su lugar su propio desvío. La abrió al público pero no sin pedir peaje. Ahora, Mike Watts acaba de contar su cliente número 100.000, se necesitan otros 50.000 para recuperar los costes de 300.000 libras. ¡Que sigan llegando!
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