Trump anuncia las primeras medidas contra los coches eléctricos
En su primer día en el cargo, Trump firmó varias órdenes ejecutivas que tendrán un impacto en la electromovilidad del país. Para empezar, retiró el objetivo del 50% formulado por Joe Biden en 2021, que no era jurídicamente vinculante pero daba a los fabricantes de automóviles orientación y seguridad en la planificación. Además, el nuevo presidente estadounidense está poniendo el financiación de infraestructuras de tarificación (NEVI y CFI) en suspenso; hace una semana, la administración Biden desembolsó fondos de estos dos programas por última vez. Trump quiere retener el dinero no gastado del fondo acumulado de 5.000 millones de dólares.
Trump también está marcando el rumbo para el futuro con varias exigencias. Por ejemplo, quiere revisar la supresión de los créditos fiscales para los vehículos eléctricos y no permitir a los estados ninguna exención con requisitos más estrictos de protección del clima (lo que afectaría sobre todo a California). El nuevo presidente también quiere dar instrucciones a la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense para que reconsidere sus normativas más estrictas en materia de emisiones. Como es bien sabido, la normativa actual obliga a los fabricantes de automóviles a vender entre un 30% y un 56% de vehículos eléctricos para 2032. Aunque no existe una cuota fija de vehículos eléctricos, es la única forma de cumplir los límites de emisiones. Durante la campaña electoral, Trump habló falsamente de un "mandato de VE" que había que abolir.
El recién investido Presidente de EE.UU. ha dicho ahora literalmente que la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU. debería "cuando proceda, conceder exenciones estatales de emisiones que funcionen para limitar las ventas de automóviles impulsados por gasolina". Y "Considerar la eliminación de subvenciones injustas y otras distorsiones del mercado mal concebidas e impuestas por el gobierno que favorecen a los VE frente a otras tecnologías y obligan de hecho a su compra".
Sin embargo, los expertos y analistas del sector creen que la política de emisiones de la administración Biden no puede derogarse sin más, y que cambiarla requerirá un largo proceso de revisión que incluirá audiencias públicas y otros procedimientos de elaboración de normas. También sería necesario un nuevo proceso legislativo en el Congreso para derogar completamente la Ley de Reducción de la Inflación y los créditos fiscales asociados para los vehículos eléctricos.
También es notable lo que Trump no hizo el primer día: no introdujo aranceles más estrictos. El Wall Street Journal informa de que, aunque Trump es partidario de imponer aranceles estrictos a los productos importados, incluidos los procedentes de naciones aliadas como Canadá y México, no abordará esta cuestión por sí solo, sino que dará instrucciones a su administración para que revise los déficits y las políticas comerciales del país.
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