Alexander Dennis trasladará la producción de Escocia a Inglaterra
La empresa, que ofrece una gama de autobuses eléctricos bajo el nombre de Enviro, esbozó sus planes como parte de un proceso de consulta lanzado recientemente. La medida es consecuencia de una "revisión detallada del negocio", según la empresa. El objetivo es "ajustar el negocio británico a la dinámica cambiante del mercado".
"Debemos tomar medidas significativas para impulsar la eficiencia y permitir que nuestro modelo operativo sea competitivo", declaró Paul Davies, Presidente y Director General de Alexander Dennis (ADL). El objetivo es recortar costes, eliminar duplicidades y racionalizar responsabilidades.
Fuertes críticas a la política gubernamental
Davies dejó claro que la decisión estaba motivada no sólo por las presiones económicas, sino también por las condiciones políticas. "La política actual del Reino Unido no permite incentivar o recompensar el contenido local, el mantenimiento y la creación de empleo, ni fomenta ningún beneficio económico interno", afirmó. "Llevamos tiempo advirtiendo del desequilibrio competitivo".
Un reto clave para la empresa es la creciente cuota de mercado de los fabricantes chinos de autobuses eléctricos - a pesar de que ADL se asoció anteriormente con la empresa china BYD antes de lanzar sus propios modelos eléctricos en 2022. Al parecer, la cuota de los fabricantes chinos en el mercado británico ha aumentado del 10% al 35% en un año.
"En 2025, entre 700 y 800 autobuses serán suministrados por dos competidores chinos", dijo Davies a Autobús sostenible. Es probable que estas cifras se refieran a BYD y Yutong. Aunque el año pasado Davies habló de que ADL entregaría unos 1.500 vehículos a finales de 2025, ahora subraya que la empresa debe "tomar medidas significativas para impulsar la eficiencia y permitir que nuestro modelo operativo sea competitivo."
Respuestas políticas
Según el plan actual de ADL, la producción en Falkirk, que ya se ha reducido en los últimos años, se suprimiría por completo, con el cierre del centro. Las líneas de producción en Larbert, también en Escocia, cesarían una vez cumplidos los contratos existentes. De cara al futuro, Alexander Dennis planea fabricar únicamente en Scarborough.
Los cierres propuestos han desencadenado el debate político y la consternación, especialmente en Escocia. La viceprimera ministra escocesa, Kate Forbes, expresó su preocupación en comentarios recogidos por la BBC: "Este será un momento enormemente preocupante para la plantilla de Alexander Dennis, sus familias y la comunidad en general. El gobierno escocés seguirá explorando todas y cada una de las opciones a lo largo del periodo de consulta para permitir que la empresa conserve a sus esforzados empleados y sus instalaciones de fabricación y producción en Falkirk y Larbert."
Mientras tanto, la oposición ha criticado duramente la política del gobierno, expresando su decepción por el hecho de que ADL haya visto un beneficio limitado del fondo escocés de casi un millón de libras para autobuses de emisiones cero. ScotZEB. El diputado laborista Euan Stainbank acusó al gobierno del SNP de "vender" empleos escoceses. De los 252 pedidos potenciales en el marco del programa ScotZEB, sólo 44 fueron adjudicados a Alexander Dennis, mientras que sólo el Gran Manchester encargó más de 160 autobuses. Calificó la situación de "fracaso industrial".
Un punto de inflexión histórico
Las raíces de Alexander Dennis en Falkirk se remontan a 1901, cuando Walter Alexander abrió allí por primera vez una tienda de bicicletas. Más tarde, el lugar se convirtió en un centro de producción de autobuses, furgonetas y camiones de bomberos. En 2019, la empresa fue adquirida por el grupo canadiense NFI, que emplea a unas 9.000 personas en todo el mundo.
"Estamos extremadamente orgullosos de nuestra historia y legado en el Reino Unido, que se remonta a 1895", afirmó Davies. "Estamos proponiendo una nueva estrategia de fabricación en el Reino Unido para apuntalar la sostenibilidad financiera y reducir los costes operativos ante la cambiante y desafiante dinámica del mercado".
Mientras continúa la fase de consulta, los observadores -incluido el diputado conservador escocés Graham Simpson- reclaman una acción decisiva por parte de ambos gobiernos: "Nuestro mercado de autobuses está siendo tomado por las importaciones chinas de bajo coste y necesitamos que se tomen medidas para acabar con este escándalo inmediatamente".
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