Un consorcio francés desarrolla una propulsión híbrida para aviones ligeros
Un consorcio de cuatro empresas aeroespaciales francesas líderes -Daher, Safran, Collins Aerospace y Ascendance- ha lanzado una iniciativa de colaboración para desarrollar una propulsión híbrida-eléctrica para aviones ligeros. El proyecto, denominado TAGINE (abreviatura de Tentative dans l'Aviation Générale d'Introduction de Nouvelles Énergies), cuenta con el apoyo de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) de Francia y del consejo nacional de investigación en aviación civil CORAC.
El objetivo es diseñar y probar un novedoso sistema de propulsión para aviones de seis a diez plazas, una categoría que incluye alrededor de 25.000 aeronaves en todo el mundo y que se considera la principal candidata para acelerar la transición ecológica de la aviación de aquí a 2027.
En el corazón de TAGINE se encuentra un concepto híbrido-eléctrico basado en el avión polivalente Kodiak de Daher. El objetivo es implementar una arquitectura de hélice que maximice la eficiencia energética al tiempo que minimiza las emisiones de CO₂. Daher lidera el proyecto, aportando su experiencia en fabricación de aviones, integración de sistemas, diseño estructural, seguridad y optimización energética. El Kodiak servirá de banco de pruebas físico para el desarrollo.
Safran es responsable de la ingeniería de una cadena de propulsión de nueva generación que combina una turbina con un motor eléctrico. En función de la fase de vuelo, el sistema ajusta dinámicamente el equilibrio entre la propulsión eléctrica y la térmica para reducir el consumo de combustible, las emisiones y el ruido. Safran ha recibió la certificación EASA para su motor eléctrico de aviación ENGINeUS 100que apoyará este esfuerzo.
Collins Aerospace se encarga de la optimización aeroacústica y de la integración del sistema de hélices. Se está desarrollando un sistema propio de control eléctrico del paso para reducir el peso total del sistema y aumentar su eficacia.
Ascendance aporta su experiencia en sistemas híbridos, con su sistema operativo híbrido patentado que gestiona los flujos de energía a bordo. La empresa supervisará las necesidades energéticas del subsistema de baterías e integrará el almacenamiento en la arquitectura del avión.
El proyecto, de dos años de duración, se considera un paso estratégico hacia un vuelo más respetuoso con el clima. Los sistemas híbridos se consideran un elemento clave para reducir las emisiones de carbono en la aviación y maximizar el uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF). Los resultados medioambientales preliminares se esperan para finales de 2025, y los hitos clave se presentarán en el próximo Salón Aeronáutico de París.
Los trabajos iniciales de los próximos meses se centrarán en estudios de viabilidad técnica, vías reglamentarias y evaluaciones medioambientales exhaustivas.
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