Redwood Materials se adentra en las aplicaciones de segunda vida y microrredes
Redwood se está expandiendo en aplicaciones de segunda vida para baterías usadas y sin usar. La nueva filial, Redwood Energy, se ha fundado para hacer frente a la creciente demanda de energía de los centros de datos para alimentar la IA, así como para equilibrar la oferta y la demanda de electricidad para el sector de las energías renovables, en rápido crecimiento, y aprovechar tanto las pilas usadas como las que no se utilizan antes de reciclarlas. Esta capa de la cadena de valor de las baterías aprovecha hasta 10 o incluso 15 años de vida útil de las baterías más allá de su uso en vehículos eléctricos, antes de que sean trituradas y los materiales se procesen para extraer materias primas para nuevas baterías.
Redwood Materials se ha puesto las pilas para reciclar el previsible exceso de baterías derivado de la adopción de los vehículos eléctricos en Norteamérica, habiendo recogido ya considerables suministros de baterías usadas. Redwood Materials afirma recibir más de 20 GWh de baterías al año a través de su cadena de suministro de baterías usadas. Esto equivale aproximadamente a 250.000 coches eléctricos y, según Redwood, representa el 90% de todas las baterías de iones de litio y materiales de baterías reciclados en Norteamérica. Estas baterías llegan a la infraestructura de clasificación y reciclaje de la empresa a través de la red logística estadounidense.
Redwood ya ha comenzado con una microrred de 12 MW y 63 MWh de capacidad que alimenta un centro de datos modular para la empresa de infraestructuras de IA Crusoe a un coste energético inferior al de la red. La empresa afirma: "El sistema demuestra exactamente para qué está diseñado Redwood Energy: llevar al mercado energía resistente y de bajo coste, rápidamente". El proyecto captó la atención de los medios de comunicación internacionales, ya que el consumo energético de los centros de datos ha suscitado preocupación por el uso insostenible de la energía.
Las baterías para almacenamiento estacionario equilibran la energía renovable intermitente en los momentos bajos y altos de la producción y la demanda de electricidad. Las aplicaciones de almacenamiento estacionario pueden utilizarse como microrredes para aplicaciones como centros de datos o parques de recarga mientras las empresas de servicios públicos luchan con los procesos de autorización y la capacidad de los sistemas de la red principal. Las baterías usadas de vehículos eléctricos son ideales para estas aplicaciones.
Mientras que la aceptación de los vehículos eléctricos en EE.UU. es más lenta de lo esperado, las baterías se desarrollan a un ritmo acelerado. Los tipos y las químicas de las baterías están siendo rápidamente sustituidos por nuevas tecnologías, lo que deja baterías sobrantes de vehículos no vendidos o con baterías recién instaladas. A éstas se unen las baterías que ya no tienen capacidad suficiente para vehículos eléctricos de altas prestaciones (turismos o más grandes), tras 6-10 años de uso en un coche eléctrico, por ejemplo.
Aunque esta área del ciclo de vida de las baterías se identificó en las políticas industriales y de baterías europeas y se aplica desde hace tiempo en China, EE.UU. es en gran medida un mercado emergente. El equilibrio de la red es cada vez más importante con la adopción de los vehículos eléctricos, pero las aplicaciones fuera de la red están empezando a florecer, ya que la concesión de permisos y la accesibilidad a la red son notoriamente lentas. Entre las empresas que se están introduciendo en este aspecto del ciclo de vida de las baterías en EE.UU. figuran Circunomics, que ofrece un mercado para las pilas en todos los puntos de su ciclo de vida. Circunomics recientemente se ha expandido a EE.UU.
0 Comentarios