AZL desarrolla un ensayo de incendio para carcasas de baterías

El Centro de Construcción Ligera Integrativa de Aquisgrán (AZL) trabaja con sus socios en una prueba de fuego para examinar y comparar distintos materiales para carcasas de baterías. El proyecto pretende desarrollar un nuevo banco de pruebas que combine la exposición al fuego con el chorreado controlado de partículas.

Imagen: AZL

El AZL forma parte de la Universidad RWTH de Aquisgrán y ya ha puesto en marcha varias iniciativas de investigación sobre carcasas de baterías en los últimos años. El nuevo proyecto, cuya duración prevista es de unos nueve meses, es descrito por el centro como una "respuesta a la creciente importancia de la gestión térmica y la protección contra incendios en la electromovilidad". Lleva por título "Pruebas de fuga térmica para carcasas de baterías - Sistemas de evaluación comparativa para el calentamiento de alto gradiente y el chorro de partículas calientes", y tiene como objetivo producir una prueba de fuego realista para examinar los materiales de las carcasas de baterías.

"El proyecto se centra en el desarrollo y la puesta en marcha de un nuevo banco de pruebas que combina la exposición a la llama de alto gradiente y el impacto controlado de partículas calientes, imitando las complejas condiciones de los eventos de fuga térmica en las modernas tecnologías de celdas como la LFP y la NMC", explica el equipo de Aquisgrán. Su objetivo es permitir una "evaluación comparativa sistemática" de los materiales en las condiciones de estrés que prevalecen tanto en la industria automovilística como en la aeroespacial.

Las pruebas compararán, por ejemplo, la resistencia térmica y la integridad mecánica de los materiales en diferentes escenarios. Se espera que los conocimientos resultantes impulsen el desarrollo de materiales, la cualificación y la evaluación de proveedores.

El lanzamiento oficial del proyecto está previsto para el 15 de julio. Sin embargo, la AZL no especifica con quién está cooperando. Según sus responsables, los participantes tendrán acceso a los resultados finales de la evaluación comparativa y también podrán contribuir y probar sus propias configuraciones de material.

El nuevo proyecto se basa en un predecesor en el que el equipo de AZL, junto con 24 socios industriales (entre ellos BMW y Audi), desarrolló un procedimiento de ensayo para examinar materiales. Esto permite medir la resistencia de los materiales a diferentes temperaturas de llama. De este modo, AZL ya ha probado más de 50 materiales diferentes ("metales, plásticos, reforzados con fibra, recubiertos, compactos, sándwich") y ha evaluado su rendimiento específico ("supervivencia a la carga de tracción y a la exposición a la llama a 800, 1000 y 1200°C; fallo; peso por área; coste por área"). El proyecto recién anunciado se basa en estos resultados y en la infraestructura de pruebas existente.

"Permite a los participantes poner en común recursos, validar sus propias soluciones y conocer las principales alternativas del mercado", subrayan los investigadores de Aquisgrán, destacando que la carcasa dista mucho de ser un mero componente auxiliar en el diseño de las pilas. Esto se debe a la amplia gama de opciones disponibles en la selección de materiales, la construcción y las medidas de protección, todo lo cual influye en el peso, el coste y la huella de CO2.

Fuente: Información por correo electrónico

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