Robotaxis para el sudeste asiático: Grab invierte en WeRide
El objetivo de las empresas es integrar los vehículos totalmente automatizados de WeRide en la red de Grab, refiriéndose al nivel 4 de conducción autónoma. Este tipo de colaboraciones entre proveedores de servicios de taxi y especialistas en robotaxi son cada vez más habituales. Otros ejemplos son Lyft y Uber, que colaboran con empresas como Baidu.
En el caso de Grab y WeRide, la asociación estratégica incluye una inversión de Grab. Los socios mantienen la suma en secreto, pero esperan que la transacción se cierre en el primer semestre de 2026. La participación está destinada a "apoyar la estrategia de crecimiento de WeRide para ampliar su flota comercial de AV en el sudeste asiático y avanzar en la movilidad impulsada por la IA". Grab afirma que su objetivo es preparar toda su red para el despliegue de soluciones autónomas. En este marco, WeRide integrará su tecnología de conducción autónoma en el ecosistema de gestión de flotas, asignación de vehículos y enrutamiento de Grab.
"La visión de WeRide para el Sudeste Asiático es desplegar miles de Robotaxis en toda la región, a través de un despliegue progresivo alineado con la normativa local y la preparación de la sociedad", afirma el Dr. Tony Han, fundador y consejero delegado de WeRide. "Grab, nuestro socio e inversor más reciente, es un nombre muy conocido en el sudeste asiático con una experiencia regional y una escala inigualables en los servicios de transporte y digitales."
Anthony Tan, director ejecutivo del grupo y cofundador de Grab, comenta: "Estamos deseando trabajar con WeRide para probar exhaustivamente sus vehículos en diversos entornos del sudeste asiático. Esto nos permitirá obtener información valiosa sobre su rendimiento en el mundo real, adaptar la tecnología para mejorar aún más la seguridad y la fiabilidad, y satisfacer las necesidades únicas de la región."
Para contextualizar: El nivel 4 (de 5) de conducción autónoma, al que aspiran los socios, permite a los vehículos funcionar con una intervención humana limitada en escenarios específicos. Eso significa que el vehículo puede completar trayectos en rutas específicas de forma autónoma y se le permite operar sin pasajeros. En el nivel 4, el sistema puede reconocer sus límites a tiempo y llevar el vehículo a un "estado seguro" según la normativa, por ejemplo, al entrar en una plaza de aparcamiento. La única diferencia con la conducción totalmente autónoma es que los vehículos de nivel 4 están restringidos a determinadas rutas o áreas de servicio. En el Nivel 5, los vehículos deben ser capaces de manejar todas las situaciones de tráfico en cualquier lugar sin intervención humana.
Este artículo fue publicado por primera vez por Cora Werwitzke para la edición alemana de electrive.
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