BYD alcanza el hito de ventas de 10.000 coches eléctricos en India
El fabricante de automóviles chino entró en el mercado automovilístico indio con el monovolumen compacto e6 en noviembre de 2021, ofreciéndolo como vehículo comercial en ocho ciudades. En agosto de 2022, amplió la disponibilidad a clientes particulares, ampliando su base de clientes de forma significativa. El año pasado, la empresa dio un lavado de cara al monovolumen eléctrico y lo rebautizó como eMax 7.
En noviembre de 2022, BYD lanzó el Atto 3, uno de sus modelos más populares en todo el mundo, con más de un millón de unidades entregadas en todos los mercados. Dado el atractivo significativamente mayor de los SUV frente a los monovolúmenes en la India, fue el lanzamiento más importante de la empresa en el país.
En marzo de 2024, BYD introdujo en la India la berlina media Seal, su primer paso deliberado en el segmento de entrada al lujo del país, dirigiéndose a clientes más acomodados y elevando su posición de marca. En febrero de este año, la empresa reforzó su presencia en su espacio con el SUV de tamaño medio Sealion 7, su cuarto vehículo de pasajeros en el país.
A diferencia de lo que ocurre en los países europeos y en muchos otros mercados internacionales, BYD no ofrece modelos híbridos enchufables en la India y sólo vende BEV. Sus precios oscilan entre 2.499.000 y 4.490.000 rupias, muy por encima del precio medio de venta de un coche en el país, que es de 1,15 millones de rupias, por lo que están fuera del alcance de la mayoría de los clientes. La empresa ha empezado a probar el Atto 2 en la India y podría lanzarlo en algún momento del próximo año, reduciendo su precio de entrada a unos 2 millones de rupias.
La localización en profundidad es el único camino a seguir si BYD quiere ampliar realmente su negocio automovilístico y convertirse en una marca de gran volumen en la India. La empresa ha localizado el Atto 3, pero sólo lo ensambla a partir de kits CKD importados. En cuanto al eMax 7, el Seal y el Sealion 7, los importa todos en forma de CBU, lo que atrae unos aranceles considerables. Los informes locales dicen que el fabricante de automóviles chino quería establecer una planta de fabricación pero no pudo obtener el visto bueno del gobierno. El deshielo de las relaciones indochinas en los últimos tiempos podría dar esperanzas a BYD, pero es poco probable que la empresa dé ningún paso importante en este frente en un futuro inmediato.
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