Nissan reducirá a la mitad la producción del Leaf EV debido a la escasez de baterías
Los recortes de producción en la planta de Nissan en Tochigi, Japón, afectarán al periodo comprendido entre septiembre y noviembre, siendo las reducciones más pronunciadas las de septiembre y octubre. Nikkei Asia informa de que la producción se ha reducido hasta en varios miles de unidades en algunos de estos meses, lo que parece confirmado por responsables de Nissan.
¿La causa? El suministro de baterías. La planta de Nissan en Tochigi utiliza baterías adquiridas a AESC, con sede en Yokohama, un fabricante de baterías del que la empresa es copropietaria. Según los informes, el rendimiento de la producción de las baterías utilizadas en el Nissan Leaf no ha mejorado en línea con las expectativas, lo que significa que la empresa automovilística se ha quedado sin suministro suficiente para su Leaf recién rediseñado.
Esto podría suponer un problema para la empresa japonesa, que ha apostado su regreso comercial a la 3ª generación del Leaf. La versión "totalmente nueva" del primer VE producido en serie del mundo tiene previsto su lanzamiento en EE.UU. en otoño, en Japón a finales de año y en Europa en 2026. Presenta una autonomía un 30% mayor y un rediseño completo en estilo SUV.
Y lo que es más importante, la tercera generación del Leaf se considera la clave de la fortuna de Nissan; en el ejercicio fiscal que finalizó en marzo de 2025, Nissan registró unas pérdidas netas de 670.700 millones de yenes (3.800 millones de euros) a pesar de los beneficios de 426.600 millones de yenes del año anterior. En abril, la empresa nombró presidente a Iván Espinosa, que formuló una estrategia de recuperación ("Re:Nissan") que engloba la reestructuración, la consolidación de las fábricas y el lanzamiento de nuevos modelos, y en la que el renovado Leaf se considera fundamental.
Hasta ahora, esta estrategia ha visto como Nissan anunciaba planes para recortar su plantilla en un total de 20.000 empleados entre los ejercicios 2024 y 2027, incluyendo la reducción de 9.000 empleados anunciada anteriormente. La empresa también dijo que cerraría siete de sus 17 plantas de producción en todo el mundo como parte de los esfuerzos para racionalizar las operaciones y mejorar la rentabilidad en todo su negocio de vehículos eléctricos y de motores de combustión interna. Y, en julio, también retraso en la producción estadounidense de dos de sus SUV eléctricos de tamaño medio hasta un año. Todo esto viene a decir que una escasez de baterías es probablemente lo último que necesita la empresa en estos momentos.
Lo que aún no está claro es el impacto que esto tendrá en la versión europea del coche, que se fabricará en la planta de Nissan en Sunderland, Reino Unido. Queda por ver si los recortes de producción que se están llevando a cabo en Japón se extenderán a esta planta o, de hecho, a otras instalaciones de la región.
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