Porsche planea una nueva serie de modelos de combustión

Es bien conocida la decisión de Porsche de reducir sus otrora ambiciosos objetivos en materia de VE y dar más peso a los motores de combustión. Ahora, el alcance de ese cambio estratégico está cada vez más claro: el nuevo SUV insignia no será un VE, sino un modelo de combustión.

Imagen: Porsche

El "último paso en el reajuste de su estrategia de producto" anunciado por Porsche el viernes por la noche tiene peso. La empresa de Zuffenhausen tiene la intención de completar su gama de productos "con modelos de vehículos de marca con motor de combustión". Los actuales modelos de combustión como el Panamera, el Cayenne y el 911 (para los que nunca se planeó una versión eléctrica) también estarán disponibles "hasta bien entrada la década de 2030". Porsche añade: "Se han añadido nuevas generaciones de modelos sucesores al Plan de Ciclo para estos modelos de vehículos".

La decisión tiene consecuencias directas para el SUV de siete plazas que se está desarrollando internamente como K1. La nueva línea de SUV situada por encima del Cayenne, que anteriormente se había concebido como un modelo totalmente eléctrico, "se ofrecerá inicialmente de forma exclusiva como modelo con motor de combustión e híbrido enchufable debido a las condiciones del mercado". En otras palabras: el SUV eléctrico se convierte en un SUV de gasolina. Porsche afirma que "actualizará continuamente" su actual gama totalmente eléctrica -Taycan, Macan, el próximo Cayenne eléctrico y el deportivos de dos puertas del segmento 718. Sin embargo, la nueva plataforma de VE prevista para la década de 2030 será "reprogramada".

Porsche ya había confirmado en febrero que se centraría más en los híbridos de combustión y enchufables "para reforzar la rentabilidad de la empresa a corto y medio plazo". Eso significaba no sólo (nuevos) retoques de las series existentes, sino también modelos de combustión e híbridos completamente nuevos, sin nombrarlos en ese momento. Con el K1, para el que Porsche ya ha abierto nuevas áreas en su planta de Leipzig, se confirma ahora el primer modelo concreto. También está claro que el Panamera y el Cayenne recibirán cada uno otra generación de combustión, algo que no estaba previsto hasta ahora.

Signos de interrogación sobre la nueva plataforma BEV

La plataforma sin nombre que se ha retrasado será "rediseñada tecnológicamente en coordinación con otras marcas del Grupo Volkswagen", según Porsche. La empresa deja abierto lo que eso significa en detalle. Porsche afirma que la medida responde a la "significativa ralentización del crecimiento de la demanda de vehículos eléctricos de batería exclusivos", con el énfasis puesto aquí en "exclusivos". La declaración no se aplica al segmento de volumen de otras marcas del Grupo. No obstante, Porsche subraya que seguirá ofreciendo "una atractiva oferta de BEV" con los modelos actuales y los previstos.

"Estas decisiones se basan en las iniciativas anunciadas anteriormente y nos ayudan a conseguir una cartera muy equilibrada. Esto aumenta nuestra flexibilidad y refuerza nuestra posición en un entorno actualmente muy volátil", afirma Oliver Blume, Consejero Delegado de Porsche y VW. "Con una mezcla convincente de motores de combustión, híbridos enchufables y vehículos eléctricos de batería, queremos satisfacer toda la gama de necesidades de los clientes. A medio plazo, este enfoque pretende respaldar nuestro modelo de negocio y reforzar nuestra posición en el mercado."

Las decisiones tienen un precio: habiendo destinado ya 800 millones de euros para reestructuración de sus operaciones de baterías, Porsche espera ahora una carga adicional sobre el beneficio operativo de hasta 1.800 millones de euros en 2025. La empresa cita la depreciación y las provisiones requeridas por la reprogramación de la nueva plataforma EV.

Como esta cifra no estaba incluida en las previsiones anteriores, Porsche tiene que ajustar sus perspectivas para 2025. Se siguen esperando unos ingresos de entre 37.000 y 38.000 millones de euros, pero el margen operativo se considera ahora de sólo el 2%, en lugar de entre el 5% y el 7%. El margen EBITDA del negocio de automoción se espera entre el 10,5% y el 12,5%, de nuevo significativamente por debajo de la previsión ya rebajada del 14,5% al 16,5%. Porsche mantiene su previsión de cuota de BEV en las entregas entre el 20% y el 22%.

"Con este plan claro, estamos recalibrando la empresa para el éxito a largo plazo en un mundo con condiciones difíciles. Reconocemos que estas inversiones estratégicas pesan sobre nuestros resultados financieros a corto plazo, pero son esenciales", afirma el nuevo director financiero Jürgen Breckner. "Estas medidas afinarán nuestra identidad de marca, harán que nuestros productos sean aún más deseables y reforzarán nuestra capacidad de recuperación".

porsche.com

Este artículo fue publicado por primera vez por Sebastian Schaal para la edición alemana de electrive.

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