
¿Podría la recarga inteligente ayudar a curar la crisis de la vivienda? Ámsterdam cree que sí
La congestión de la red ya no es una preocupación futura: es un cuello de botella actual en toda Holanda. A medida que ciudades como Ámsterdam se enfrentan a límites en la construcción de viviendas debido a la escasez de electricidad, las nuevas infraestructuras de recarga corren el riesgo de competir por el espacio y la energía. "Dicen que una estación de recarga pública equivale a cuatro casas", afirma Jacob van Zonneveld, director general de Deftpower. "Entonces, ¿qué queremos? ¿Una estación de recarga o cuatro casas asequibles?".
La ciudad de Ámsterdam respondió con un audaz cambio de política: ahora se exige a los operadores de puntos de recarga que apliquen estrategias de recarga inteligentes para ganarse el derecho a desplegar infraestructuras en espacios públicos. Entra en escena Deftpower, una plataforma de servicios de recarga que desarrolló una solución que conecta los datos de los usuarios, la IA y los incentivos del mercado para optimizar los horarios de recarga, sin comprometer la experiencia del usuario.
El problema central es sencillo: la elevada demanda en las horas punta supera la capacidad de la red. Pero el remedio no es tan sencillo. "Cuando la ciudad empezó a trabajar con los operadores de los puntos de recarga, se encontraron rápidamente con dos grandes problemas", explica van Zonneveld. "No tenían permiso de los conductores de VE para realizar cargas inteligentes, y no tenían ni idea de lo llenas que estaban las baterías de los coches ni de cuándo tenían previsto los conductores continuar su viaje".
Deftpower aborda ambas cuestiones. A través de su aplicación, la empresa permite que el conductor dé su consentimiento una sola vez. A partir de ese momento, el sistema gestiona los horarios de carga basándose en datos en tiempo real. "Conocemos el estado de carga y la hora de salida prevista", dice van Zonneveld. "Así que si 100 vehículos se enchufan, podemos decirle cuáles 60 pueden retrasarse y cuáles 40 necesitan cargarse inmediatamente".
Esta inteligencia permite a los CPO modular la demanda sin arriesgarse a que los conductores se sientan insatisfechos. Y lo que es más importante, los que permiten la flexibilidad se benefician económicamente. "Se recompensa el buen comportamiento", añade. "La gente sigue aparcando y enchufando como de costumbre. Ahora, al final de la sesión, también obtienen cashback".
Del éxito técnico a la estrategia urbana
Los socios de Deftpower en el proyecto piloto de la capital holandesa, que arrancó en marzo de 2025, son Equans (operador de puntos de recarga), ANWB (proveedor de servicios de movilidad) y el Ayuntamiento de Ámsterdam. El proyecto ya ha demostrado resultados mensurables. "Estamos viendo cómo entre el 60% y el 70% del consumo se desplaza de las horas punta", señala van Zonneveld. No se trata sólo de una victoria técnica, sino que repercute directamente en la política de vivienda. "Si se reduce la demanda de la red, la ciudad puede aprobar más proyectos de construcción. Así que, de repente, la recarga inteligente impulsa un desarrollo urbano más amplio".
El enfoque contrasta fuertemente con las propuestas anteriores de los operadores de la red de prohibir simplemente la carga durante las horas punta. "Ámsterdam no quería decir: 'Debes conducir en eléctrico, pero no se te permite cargar'. Ahora pueden decir: 'La recarga inteligente con devolución de dinero es el camino a seguir'. Es un mensaje mucho más positivo", añade. Y, huelga decirlo, un mensaje con mayor aceptación entre los clientes.
En junio, el modelo de Ámsterdam se extenderá a escala nacional, y es probable que otras ciudades holandesas adopten marcos similares. "Después nos expandiremos a Alemania, Escandinavia y Benelux", afirma van Zonneveld. Aunque la dinámica del mercado difiere, los fundamentos siguen siendo los mismos. "Nuestro sistema funciona en los mercados energéticos. Sí, hay matices normativos, pero en principio es lo mismo: cada día hay un nuevo precio de la electricidad. Para eso optimizamos".
Un factor clave de esta optimización es la IA. "Un humano sólo puede conectar un número limitado de puntos. La IA examina nuestros datos, los patrones meteorológicos, los calendarios de los usuarios -todo lo que esté disponible- y predice los horarios de salida con una precisión de hasta el 95%", explica. "Necesita muchos datos, pero los resultados son mejores que los que podría calcular cualquier humano".
Interoperabilidad y el modelo MSP 2.0
El éxito de Deftpower depende de su posicionamiento no como CPO, sino como una nueva clase de MSP. "Los CPO carecen de los ingredientes necesarios para que la recarga inteligente funcione: no tienen acceso a los datos de los vehículos, ni permiso del usuario, ni interfaz financiera", afirma van Zonneveld. "Hemos calculado que los MSP pueden ofrecer entre 8 y 10 veces más flexibilidad que los sistemas tradicionales basados en puntos de recarga".
Pero, ¿puede hacerlo cualquier diputado? "En teoría, sí", reconoce. "Pero necesitan una plataforma muy avanzada. Por eso estamos impulsando el concepto de 'MSP 2.0': más allá de una simple tarjeta de cobro, hacia una plataforma de servicios inteligente y totalmente integrada." La interoperabilidad es uno de los principales focos de atención. "Al principio, la interoperabilidad significaba poder utilizar la tarjeta de cobro en todas las redes. Ahora significa poder vender flexibilidad a través de las redes", explica. Deftpower ya está trabajando con múltiples CPO y empresas de servicios públicos para hacer de esto una realidad.
Y la propuesta de valor es clara: "Los CPO ganan más por sesión y, gracias al cashback, su infraestructura resulta más atractiva para los usuarios. Eso les hace más competitivos. Por pura economía, merece la pena", afirma van Zonneveld.
¿Un modelo para Europa?
Evidentemente, el piloto se encuentra aún en sus primeras fases, pero los indicadores apuntan al éxito, según explica el fundador y director general de Deftpower: un desplazamiento significativo de los picos, una alta participación de los usuarios y un gran interés de las partes interesadas. "La mayoría de los conductores holandeses son conscientes de los problemas de la red", afirma van Zonneveld. "¿Ayudar a resolverlo con una sola aplicación y ganar dinero mientras se hace? Todos salimos ganando".
Con los Países Bajos como campo de pruebas, el modelo de Deftpower está preparado para la exportación. "Construimos esto a escala", concluye van Zonneveld. "Lo que estamos haciendo en Ámsterdam podría ser el nuevo estándar de cómo Europa carga sus vehículos eléctricos".
observatorio-combustibles-alternativos.ec.europa.eu (proyecto piloto)
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