BYD cambia el foco de Hungría a Turquía para la producción europea de VE
Dos fuentes familiarizadas con el asunto dijeron a Reuters que BYD podría aplazar el inicio de la producción en su fábrica húngara de vehículos eléctricos, anunciada inicialmente para finales de este año, hasta 2026 y que haría funcionar el centro "por debajo de su capacidad durante al menos los dos primeros años". El año pasado, la ejecutiva de BYD Stella Li dijo inicialmente que la planta iniciaría la producción a finales de 2025. También dijo que el Dolphin y el SUV compacto Atto 3, ambos importados actualmente de China, saldrían inicialmente de la línea de producción de allí.
La fábrica de Szeged, al sur de Hungría, está diseñada para una capacidad anual inicial de 150.000 vehículos, con planes de ampliación a 300.000 vehículos. BYD eligió este emplazamiento no sólo por sus buenos lazos con Hungría a través de su planta de autobuses eléctricos de Komarom, sino también para evitar los aranceles antisubvenciones de la UE. La planta se consideró así un éxito de la política de la UE para hacer menos atractivas las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China y crear en su lugar valor local.
Sin embargo, el Reuters La información de las fuentes apunta más bien a un revés para la UE: a pesar de invertir hasta cuatro mil millones de euros en el emplazamiento, se espera que BYD construya "unas pocas decenas de miles de vehículos" en Szeged en 2026, una fracción de su capacidad. Se prevé que la producción aumente en 2027, aunque seguirá estando por debajo de la capacidad prevista. Reuters afirma que una tercera fuente confirmó la ralentización en 2026. La propia BYD no ha emitido ninguna declaración.
En un principio, la empresa había acelerado sus planes de producción de VE en Hungría. BYD anunció la construcción de la fábrica a finales de 2023y por Febrero de 2024, declaró que abriría en un plazo de tres años. Con la SoP prevista inicialmente para finales de 2025, BYD habría superado con creces ese objetivo.
Aunque la reducción de la producción en Hungría representa un cambio estratégico para BYD, no supone una retirada de sus planes de crecimiento con producción local para Europa. Fuentes internas afirman que, a cambio del ajuste de los planes de Hungría, se acelerará la producción en Turquía. Se había previsto que la planta turca de un billón de dólares comenzara a funcionar a finales de 2026, también con una capacidad de 150.000 vehículos. Ahora, el SoP debe adelantarse. Según uno de los informadores citados por Reuters, la fábrica de Manisa, en el oeste de Turquía, producirá más coches que la planta húngara ya en 2026. Se espera que la producción allí supere las 150.000 unidades previstas en 2027 y aumente aún más en 2028.
Detrás de este cambio (parcial) en la producción europea se encuentran los costes laborales, ya que éstos son significativamente más bajos en Turquía. Aunque Turquía acaba de establecer su propia marca de VE con Togg, es conocida desde hace décadas como un lugar de producción rentable para el mercado europeo. Toyota, Stellantis, Ford (incluso para VW Vehículos Comerciales), Hyundai y Renault fabrican vehículos allí.
Los VE que BYD vende actualmente en Europa son todos importados de China. Estas importaciones atraen un arancel estándar del diez por ciento más un arancel antisubvenciones del 17 por ciento en el caso de BYD - un total del 27 por ciento. La producción en Hungría eliminaría estos aranceles. Sin embargo, los vehículos fabricados en Turquía también están exentos de los aranceles de importación de la UE.
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